martes, 15 de febrero de 2011

Llorar por llorar

Acostumbro dar a cada sentimiento su justo espacio. Es un tanto dificil porque todos los sentimientos están presentes a la misma vez solo esperándo la oprtunidad para manifestarse. Algo extraño que no todo el mundo lo sabe entender y/o comprender.

Actualmente vivo feliz conmigo mismo y con lo que soy. Pero, eso no quiere decir que no tenga mis momentos de tristeza. Desde hace par de días ese sentimiento andaba rondándome. Solo que no había encontrado el momento justo para realizar el “laundry emocional” (como lo llamó alguien especial en mi vida) y dejar que se manifestara.

Anoche un amigo especial con el que comparto actualmente trajo una película para que la vieramos juntos, excelente película por cierto. La película tenía, como la vida misma, sus momentos de alegría y tristeza. Por ratos lagrimas asomaron a mis ojos, pero los momentos de alegría de la película interrumpieron la manifestación de mi tristeza. El sentimiento continuó presente reclamando su turno.

Llegó el amanecer. Mi amigo notó que algo pasaba y hasta pensó darme mi espacio, espacio que le agradezco pero que no necesito porque no tengo problemas expresando mis sentimientos. Durante la taza de café comenzó a manifestarse, aparecieron las lagrimas… lloré! … Frente a mi amigo.

El abrazo de su parte no se hizo esperar. Me abrazó lleno de ternura, hizo saber que estaba presente, que podía dejar fluir el sentimiento. Lloré, tal como lo hace un niño; porque, despues de todo, cuando lloras de verdad, te liberas tanto que regresas a ser niño. Me abrazó largo rato hasta que me calmé.

Los sentimientos solo existen, vívelos sin juzgarlos, dejalos fluir y sigue adelante. Si tienes la bendición de contar con alguien a tu lado en ese momento, aprovecha y compartelo. No hay nada mas maravilloso que compartir, así sabrás que lo vivístes y que fue real.

Gracias por haber compartido ese momento mágico conmigo… te quiero mucho!

3 comentarios:

  1. De esos pequeños momentos mágicos es que se compone la vida, una vida memorable está llena de ellos, y esas personas que saben compartirlos, son la sal de la vida, son las necesarias, son las que cuentan. Son las personas que dejan huella y cumplen su mision, habrá gente que este siempre en nuestras vidas, habrá gente de breve paso, lo importante, es que no importa el tiempo que dure la estadía, la huella sea indeleble. Lamentablemente, nos inclinamos a tratar de ganar la huella del que no quiere o no puede, o no tiene lo que se necesita para dejar huellas y en el paso déjamos ir o hacemos que se vayan, aquellos cuya pisada es firma y memorable. Pero son nuestras elecciones y tenemos que vivir con ellas. TQM!

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  2. Gracias; solo que ese alguien muy especial e importante; es muy diferente a mi.Sentimientos restringidos.

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  3. Hay que saber vivir las diferencias, eso es lo que nos hace únicos

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